¡Me emborracho por tu amor!, me emborracho
Este perro borrachín, no tuvo mejor pretexto para embriagarse hasta no poder ante el abandono de una perra vecina que partió por tres meses a la casa de playa de sus amos. No le importó tirar a un lado su hueso preferido con tal de apagar esa pena de amor con unos vasos de whisky ¡etiqueta negra!, nada menos.