#ElPerúQueQueremos

Eva Bracamonte - Víctima o Victimaria

Matricidio en el Perú ¿Una Constante?

Publicado: 2009-08-26

 

  La triste imagen de una mujer asesinada por su propia hija es una rareza que nuestra sociedad pare cada cierto tiempo. En el Perú, los casos más recientes de matricidio –que han subyugado por su incomprensible crudeza- son los de la chica Giuliana Llamoja y el aún no probado caso de la hija de la empresaria Myriam Fefer.

  La sensación de frialdad y de una profunda tristeza que uno percibe cuando observa en la televisión el rostro de Eva Bracamonte sobrecoge, más aun si se toma en cuenta que se trata de una hija puesta en tela de juicio, vapuleada y acusada de criminal; su mirada refleja como si clamara compasión ante tanto agravio.

  La historia de si es o no culpable del asesinato de la mujer que la parió, pasa a un temporal segundo plano cuando se percibe una lapidación social, exacerbada por el morbo de la muchedumbre y el despelote acosador de los noveles reporteros de calle. La justicia de nuestro país deberá encararla con las evidencias y demostrar su culpabilidad o dar paso a la consolidación de su inocencia.

  A parte del show mediático que le habría encargado escenificar su defensor para sensibilizar a la platea, el tramado de los hechos (entremezclado con chismes, presunciones y acusaciones subjetivas), la señorita Eva no merece ser tildada  a priori como asesina. Tampoco “sesudos” periodistas y bloggeros, encumbrados por encuestas, tienen patente para enlodar más aun a esta joven  basándose en “pepitas” que más que primicias son chismes de aula que nada revelan.

  Que existan indicios circunstanciales, que aparezca un sicario (y comprobado autor del crimen) que afirme haber sido contratado por la hija de la víctima, no devela nada más que eso: que existe una afirmación oral que puede direccionarse al antojo de a quien se quiere perjudicar.

  La historia no refrescada La exitosa empresaria de origen judio-polaco, Myriam Fefer Salleres (50), fue cruelmente asesinada hace exactamente tres años atras. La tesis de los sabuesos policiales nunca se despegó del crimen cometido por alguien allegado a la víctima. El esposo de Myriam, Marcos Bracamonte (padre de Ariel y Eva) también sostuvo esa hipótesis y fue enfático en extraer de la escena del crimen a sus dos hijos. "Es inconcebible que Ariel y Eva hayan tenido que ver con la muerte de su madre" contó a Caretas del 28 de septiembre de 2006.

  Lo que no se ventila A solo dos días del crimen (agosto de 2003), una inusitada mudanza extrañó a la familia de la víctima y al vecindario de la casa de Paul Harris en San Isidro. Ambos hermanos, Ariel y Eva, acogieron a sus respectivas parejas en la casa. Eva invitó a vivir con ella a la ahora tristemente famosa Liliana Castro Manarelli. Lo mismo hizo Ariel, quien trajo como huesped a Julio Moscoll "Giulius", a quien nunca se le ha puesto en la mira de sospechas.

  Ariel Bracamonte, luego del asesinato de su madre, enfiló sus sospechas hacia el tío paterno de Myriam, Félix Fefer. "Él odiaba a mi madre" llegó a declarar. Luego, ante evidencias circunstanciales llegadas  desde Argentina y un discutible afan de culpar a su hermana, se olvidó que hace tres años existía para él un sospechoso insustituible y con sólidos asideros ya que antes del asesinato se vivía una guerra de codicia y poder en el seno de la familia paterna de Myriam Fefer.

Las vueltas que puede dar la vida.

 


Escrito por

jorgebaglietto

Andoencombi es un fotoblog construido como pretexto para liberar y compartir tantas imágenes almacenadas en mi disco duro. A la vez, es una catarsis social en donde exploro, analizo e interpreto las imágenes del día a día y del pasado también. Con respecto a l


Publicado en

Ando en Combi

Un Fotoblog construido como pretexto para liberar y compartir las imágenes almacenadas en mi disco duro.